jueves, 4 de febrero de 2010

SALUD 77

AROMAS Y PASIONES


(Imagen: Archivo)
Los aromas desatan las más intensas pasiones
Prestigiadas instituciones y universidades han realizado estudios rigurosos y controlados que avalan los grandes beneficios de la aromaterapia en los seres humanos

Se dice que el día que Cleopatra sedujo a Marco Antonio aromatizó la habitación con rosas y pachulí, pues sabía los efectos eróticos que producirían en el aquel hombre.

En diferentes historias de Las mil y una noches también se habla de olores exóticos que despertaban el placer.

La aromaterapia es una rama particular de la herbolaria que utiliza aceites vegetales concentrados —llamados aceites esenciales— para mejorar la salud física, emocional y restaurar el equilibrio de la persona; a diferencia de la herbolaria, donde las plantas se ingieren, en la aromaterapia se inhalan o aplican directamente en la piel.

El químico francés René Maurice Gatefosse introdujo a la aromaterapia en el mundo moderno cuando, en el siglo XX; luego, el médico y cirujano Jean Valnet, aportó valiosas contribuciones para que pudiera ser considerada como medicina capaz de curar.

La validez de esta terapia alternativa es rechazada por las comunidades científica y médica, pero prestigiadas instituciones y universidades han realizado estudios rigurosos y controlados que avalan sus beneficios.

Un equipo de científicos del Hospital Sloan-Kettering, situado en Manhattan, Nueva York, efectuó una investigación que concluyó que los aromas sí ayudan a reducir el estrés y para fomentan la relajación. En otro estudio que se llevó a cabo en el hospital de Sloan-Kettering de Manhattan, fue demostrado que los olores podían ayudar a reducir la tensión.

La Organización Panamericana de Salud llevó a cabo una investigación que concluyó que los pacientes a quienes se les administraban tratamientos complementarios o naturales —dentro de ellos la aromaterapia—, mejoraban hasta en un 60% más rápido que quienes sólo eran tratados con medicina química.

Aromas para despertar el placer

En la aromaterapia, cada aceite tiene un aroma natural que ejerce una reacción determinada. Algunos sirven para tranquilizar y relajar; otros, han probado su efectividad minimizando las dolencias musculares, digestivas y respiratorias; y, algunos más tienen una función estimulante y promueven la sensualidad.

La aromaterapia ha observado que ciertas sustancias al ser percibidas logran que el cerebro emita señales placenteras siendo capaces de esta manera de incentivar la excitación.

La explicación es muy simple: cuando olemos algo, se estimula nuestra memoria emocional, que se encuentra en el área del cerebro que está comunicada con las glándulas sexuales; por eso es que los aromas tienen tanta relación con el deseo sexual, pues provocan reacciones eróticas. La famosa química, que se siente por otra persona es, básicamente, el gusto por su olor.

Los aromas afrodisíacos se pueden extraer de flores, raíces, maderas y especias, la mayoría de éstos tienen la capacidad para estimular la circulación sanguínea considerablemente. Para aumentar el deseo, algunos recomiendan mezclar varios aceites, nunca más de tres porque se satura la fórmula.

La doctora Gabriela Paz, de sexovida.com explica que entre las flores que tienen facultades afrodisiacas se encuentran el jazmín y la rosa.

El aceite de jazmín, explica, es de es color oscuro y tiene una consistencia viscosa. Su aroma es persistente y actúa a nivel mental, emocional y físico.

Es relajante y antidepresivo. Sólo de percibir su aroma se produce un estado de mayor confianza y serenidad. La rosa es calificada como la reina de las flores, su delicada fragancia es muy seductora.

Otros aromas que estimulan la pasión son la lavanda, cuya esencia funciona como calmante del corazón y la mente; la naranja brinda alegría y calidez, enciende la chispa de la sensibilidad, el ingenio sexual y ayuda a mitigar la ansiedad; el jengibre impulsa la pasión y al deseo gracias a su perfume provocativo.

El cedro estimula las emociones y aporta una sensación de seguridad al calmar los temores y el estrés; el aroma dulce y suave del sándalo puede evitar la rutina sexual y despierta la espontaneidad; la albahaca es dulcemente picante y erótica, no sólo despierta los sentidos sino que también alivia la fatiga física.

La bergamota levanta el espíritu y alivia el cansancio; la vainilla gracias a su aroma cálido y dulce ayuda a una buena comunicación corporal y a intensificar las sensaciones y emociones.

Entre las especies afrodisíacas están la canela, el clavo, el jengibre, el anís, el cardamomo y la pimienta rosa.

¿Cómo se usan?

Denise Whichello, en su libro Aromaterapia, remedios a través del aroma, indica algunos de los lugares en donde la aplicación de aromas puede tener un mayor impacto en tu vida íntima.

El especialista propone perfumar la ropa interior, usando algún sachet aromático dentro de los cajones. Se pueden verter una gota de aceite de pachulí, jazmín, vetiver y el ylang ylang sobre unos pétalos de rosa.

Perfumar las sábanas puede ser muy sensual. Es muy fácil: mezclar cuatro gotas de aceite con el suavizante de ropa al momento de lavarlas; llenar un pulverizador con agua mineral con unas 10 gotas del aceite de preferencia y rociarlas. Para crear un ambiente sensual en el dormitorio es bueno usar un aromatizador de cerámica, de los que necesitan una vela, que además proporcionará una luz tenue y sugestiva.

Se pueden mezclar hasta tres tipos de aceites; por ejemplo tres gotas de neroli (puede sustituirse con pachulí), cuatro de ylang ylang y tres de rosa.

El experto recomienda aplicar directamente sobre el cuerpo, en el nacimiento del busto, detrás de las orejas, en las muñecas y en los pies.


Gracias:
Claudia Ramírez, El Universal
http://www.eluniversal.com.mx/estilos/65729.html
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